Estos consejos sobre tu alimentación pueden ayudarte a comer mejor y más sano
Dietas bajas en grasas. Dietas altas en grasas. Dietas bajas en hidratos de carbono o carbohidratos. Dietas sin carbohidratos. Cuando las personas hablan sobre nutrición, a menudo hablan de qué comer y qué no. "Pero cómo comer puede ser igual de importante para la salud y el bienestar", dice el Dr. John Berardi, cofundador de Precision Nutrition y miembro del Nike Performance Council.
Berardi, especialista en bioquímica de los nutrientes, trabaja con atletas para aumentar su rendimiento y recuperación por medio de la dieta. Aquí están sus cinco principios de alimentación saludable.
1. Come más despacio
La masticación reduce los alimentos a trozos que se digieren con más facilidad. Y si masticas a fondo y despacio, en realidad puedes reducir la indigestión y aumentar la absorción de nutrientes. También puedes disfrutar más de la comida. Si en general comes tu plato sin parar, intenta dejar el tenedor entre bocados, comer con la mano no dominante, usar palillos chinos o convertir la comida en un ejercicio de mindfulness, concentrándote en cada bocado.
2. Come solo lo que realmente necesitas
Disminuir la velocidad también puede hacer que sea más fácil saber cuándo comiste lo suficiente. Por ejemplo, si normalmente consumes una comida en 10 minutos, intenta extenderla a 13 o 15 minutos. Deberías sentir que podrías comer más pero que también podrías alejarte. Detente en ese momento, incluso si queda comida en el plato. Si comes lo suficiente, el cuerpo no almacenará calorías adicionales como grasa.
3. Toma notas
No puedes cambiar lo que comes si no sabes qué has comido. Ya sea que lleves un diario o uses una aplicación, registra lo que comes y cómo te sientes después de cada comida o refrigerio. Una vez que notes un patrón, puedes reducir los alimentos que te dejan cansado y proveerte de los que te mantienen activo.
4. Reúnete a cenar
Las personas no comen "nutrientes", comen comidas. Y muchos de nosotros comemos a la carrera, frente al televisor o mientras buscamos algo en el teléfono. Sentarse a comer con familiares y amigos (incluso en forma virtual) puede reducir el estrés, fortalecer las conexiones sociales e incluso ayudarte a comer más despacio. Esto permite estar más enfocado y disfrutar el momento.
5. No te horrorices del helado
Cuando intentas hacer cambios positivos, demonizar los alimentos puede crear una mentalidad de todo o nada, haciéndote sentir como si estuvieras comenzando de cero cuando tienes un traspié. En cambio, apunta al progreso por encima de la perfección. Puedes hacer esto pensando en la comida dentro de un espectro que va desde "comer con más frecuencia" (por ejemplo, las lentejas) hasta "comer con menos frecuencia" (por ejemplo, el helado).