Por qué y cómo hacer que tu hija practique deporte

La brecha de género en el deporte es real, pero si hay alguna niña en tu vida que necesita sentirse animada, estas sugerencias pueden ayudar

Aunque mujeres como Serena y Shalane están arrasando, la realidad es que las atletas están subrepresentadas. Las niñas comienzan a practicar deportes más tarde que los niños, según un informe sobre niñas de entre 7 y 13 años realizado por la Women’s Sports Foundation (WSF).

Las adolescentes tienen un 15% menos de probabilidades de practicar deportes que los niños. El número de niñas que deja el deporte a los 14 años es el doble que en el caso de los niños de la misma edad. Y de las niñas que continúan, una de cada tres lo abandonarán al final de su adolescencia, mientras que solo uno de cada 10 niños lo hará, según un informe reciente de la organización Canadian Women & Sport.

¿Qué es lo que pasa? Hay muchos obstáculos que se interponen entre una niña, desde que es pequeña hasta convertirse en universitaria, y la gloria deportiva, como lo que sucede en el interior de su cuerpo y los comentarios de la sociedad sobre su potencial.

Por ejemplo, la biología. Mientras que los niños a veces se sienten más seguros a medida que sus músculos crecen, sus voces se hacen más graves y les sale vello en el pecho, las niñas pueden volverse más cohibidas y menos seguras de sí mismas a medida que sus senos, la menstruación y las hormonas aparecen, afirma la doctora Mary Fry, directora del Sport & Exercise Psychology Lab de la Universidad de Kansas. Eso podría disuadirlas de querer participar. Y los medios de comunicación, un caldo de cultivo para la comparación y la inseguridad, pueden hacer que las niñas (y los niños también) permanezcan al margen en vez de participar, añade la doctora.

La dinámica familiar y los estereotipos de género también juegan un rol. Los padres y las madres (o las figuras parentales) generalmente son los que más influyen en la relación inicial de las niñas con el deporte. A menudo, en muchos hogares que las niñas practiquen deporte no se valora de la misma manera en que se valora la participación de los niños, afirma Karen Issokson-Silver, vicepresidenta de investigación y educación en la WSF. "En algunas familias es mucho más común que el padre se ponga a lanzar el balón con su hijo pequeño que con su hija", señala. Sin el apoyo de su familia en casa es posible que el interés de una niña en los deportes no surja a temprana edad, o tal vez nunca.

Encima de todo eso, entra en juego la cultura. Qué sorpresa. Los deportes femeninos reciben en promedio solo el 5% por ciento de la cobertura en televisión, mientras que los deportes masculinos reciben el 95%, según un estudio de la USC y Purdue. Y las atletas ganan entre un 15 y un 100% menos en muchos deportes. Esto envía un mensaje, especialmente a los niños y las niñas influenciables, de que las atletas de alguna manera son menos importantes o valoradas, afirma Issokson-Silver. Y dada la mayor tasa de abandono (y la falta de entrenadoras), las niñas no cuentan con muchas atletas fuertes del mismo género a las que admirar como tienen los niños, lo que perpetúa el ciclo.

La solución de los expertos

Los niños y las niñas que practican deportes obtienen una amplia gama de beneficios. En comparación con sus pares que no practican deportes, las niñas que sí lo hacen tienen más confianza a cualquier edad y mejores promedios de calificaciones, según el informe más reciente de Girls and Sports Impact Report. Otros estudios han vinculado el hecho de que los jóvenes practiquen deporte con la mejora de la salud física y mental, así como con una imagen corporal más positiva, mayores oportunidades de desarrollar conexiones sociales y habilidades de liderazgo más fuertes. Y, como era de esperarse, "es más probable que las jóvenes que practican deportes se mantengan activas durante su vida, lo que las prepara para un futuro más saludable", comenta Issokson-Silver. Así que, sí, los deportes son importantes.

Depende de todos nosotros mejorar la situación de las niñas. Podemos hacerlo. La verdad es que ni siquiera es tan difícil. Para comenzar, simplemente echa un vistazo a este playbook (y compártelo) para animar a las niñas a hacer deporte… y lograr que se enganchen con él.

1. Crea un ambiente de apoyo

La forma en que participas en los deportes y el ejercicio, y los defiendes, puede marcar una gran diferencia en la actitud de las niñas hacia ellos, afirma Megan Bartlett, fundadora del Center for Healing and Justice Through Sport, quien trabajó con Nike para crear la Guía para entrenar niñas (Coaching Girls Guide). Entre mayor sea tu nivel de actividad, y cuanto más lenguaje alentador utilices al referirte a la actividad ("Me emociona que voy a correr hoy"), mayor será la probabilidad de que esa niña cree asociaciones positivas propias, comenta Bartlett. "Jugar con ella es igual de importante", agrega Fry, ya sea que tenga 3 o 13 años, permítele escoger una actividad (así se divertirá más) y salgan a disfrutar.

Y por favor, asegúrate de que tu niña cuente con el equipo deportivo adecuado, incluidos los bras deportivos, el calzado y la ropa que le ayuden a moverse. Asiste a tantas prácticas y partidos como puedas para animarla, llévala a un partido de mujeres de la preparatoria o la universidad y habla de los deportes como hablarías de sus clases o amistades. Todos estos pasos pueden animarla a pensar sobre los deportes como una parte natural y divertida de la vida, comenta Issokson-Silver, y darle algo de confianza para que continúe practicándolos.

2. Encuentra un entrenador o entrenadora que demuestre interés

"Si las niñas no se sienten bienvenidas, apoyadas y valoradas por las personas que las entrenan, puede que abandonen, incluso si aman el deporte", afirma Issokson-Silver. Ayúdalas a triunfar buscando a alguien que las entrene que trate a cada niña como persona y no solo como jugadora, que fomente una relación en la que se les permita hablar abiertamente y que manifiesten su aprecio por ellas por asistir e intentar, comenta. También busca a alguien que crea que ganar no lo es todo. En un estudio de la WSF sobre el tipo de entrenador con el que las niñas tienen más éxito, los investigadores descubrieron que aquellos que desafían a su equipo mientras se enfocan en la diversión y el desarrollo de habilidades, en vez de solamente ganar, son los mejores.

Si te interesa alguna actividad de la escuela o de tu comunidad, Fry recomienda hablar con los padres y las madres del vecindario o con grupos locales en línea formados por personas cuyos hijos participan o participaron en el equipo. "También es una gran idea mirar una práctica para ver cómo reciben a las niñas, cómo quien las entrena interactúa con ellas durante la práctica y cómo se desarrolla el entrenamiento", comenta Viv Holt, directora de Youth Sport Trust International, quien también dio forma a la Guía para entrenar niñas de Nike. Aún mejor: habla con quien las entrena, ya que cómo interactúen contigo es un fuerte indicador de cómo será la interacción con tu niña, agrega.

3. Desarrolla una relación saludable con la competencia

Presionar a tu niña para que tenga un mejor desempeño que sus compañeras u oponentes puede alejarla de los deportes si se siente más presionada que apoyada, afirma Fry. En vez de eso, enséñale a competir con ella misma.

"Recuérdale que cómo se desempeñan otras personas no depende de ella, pero sí puede controlar qué tanto se empeña cada día", dice Fry. Anímala a fijar un objetivo personal, como trabajar en su servicio o golpe, para que así pueda ver su propio progreso. Felicítala incluso en mejoras pequeñas para que comprenda la recompensa del trabajo real y se sienta orgullosa.

Usa frases como "Me encanta lo mucho que te esfuerzas" o "Es genial verte mejorar", que ponen el énfasis en el progreso en vez de en el resultado, comenta Diana Cutaia, fundadora de Coaching Peace Consulting. Esto puede aportar más alegría y menos estrés al jugar.

4. Enfócate en el reconocimiento y la aprobación

Sentirse una parte valiosa del equipo puede hacer que los niños y las niñas se comprometan con los deportes o se alejen de ellos, y esto es cierto especialmente para las niñas. "No importa si no tienen mucha habilidad para el deporte, siempre y cuando se sientan reconocidas por aportar algo al equipo", dice Issokson-Silver.

La persona adecuada que la entrene ya lo hará, pero refuerza ese reconocimiento al afirmarlo. Issokson-Silver sugiere que le recuerdes cómo las otras niñas la buscan para que les brinde apoyo o ayude a solucionar sus problemas, o cómo su espíritu entusiasta siempre cambia el estado de ánimo cuando el equipo va perdiendo. Y Cutaia añade que la felicites no solo en los días en que se destaca, sino también en los días en que tiene dificultades, para demostrar que te preocupas por ella, no por su desempeño.

5. Ayúdala a forjar una buena actitud a largo plazo

Algunos estudios muestran que las mujeres tienen más probabilidades de ser perfeccionistas que los hombres, y esas tendencias suelen comenzar en la niñez, dice Fry. Es muy importante enseñarles a las niñas que cometer errores, ya sea que se trate de cometer una falta en un partido o dejar caer el balón, no solo es una parte normal de la vida, sino que también es una parte crucial para aprender y mejorar.

Ayúdala a confiar en que tiene las agallas para superar las metidas de pata. Utiliza la palabra "valiente" de manera habitual en tu vocabulario, y cada vez que la veas a ella o a su compañera de equipo probar algo nuevo y tomar riesgos (como tirar desde lejos), celébralo, dice Bartlett.

Cuando cometa errores, habla sobre ellos, pero también habla del panorama general, dice Holt. "Está en la naturaleza humana, incluso en la infancia, insistir en algo que hicieron mal, incluso cuando hicieron 20 cosas bien", afirma. "Anímala a que reflexione sobre el error y a que lo use como una oportunidad para crecer, y después cambia el foco a todas las cosas positivas que hizo". También ayuda hablar de manera compasiva sobre tus propios errores cuando los cometes para demostrar que no tienen tanta importancia, comenta Holt.

Por último, no dejes que tu niña se rinda a menos que sea porque no se haya conectado con la persona que la entrena a un nivel personal. Pasar demasiado tiempo en el banco, sentirse menos hábil que sus compañeras de equipo, no amar el deporte y casi cualquier otro problema se puede solucionar al redefinir qué significa ganar, dice Bartlett. "Enfatiza una habilidad que haya mejorado o los nuevos amigos que haya hecho, y ayúdala a fijar objetivos relacionados con ello durante las últimas semanas con el equipo", comenta.

Se gana mucha determinación y autoeficacia al participar en toda una temporada hasta el final, afirma Bartlett, incluso cuando la niña escoja actividades diferentes más adelante. Esa perseverancia podría ser la diferencia que cambie las estadísticas del juego, y el futuro del deporte, para siempre. Usa esta guía para iniciar a tus hijos en el running.