Cómo mejorar tu autocuidado o autoayuda

Tienes muchos problemas pero, gracias a esta guía, prodigarte el suficiente cuidado personal, amor y cariño no es uno de ellos

Cuando hablamos de "autocuidado", ¿piensas en "baños de burbujas y maratones de películas bajo una manta"? Si es así, no te equivocas, pero puede faltarte algo. "El autocuidado es la manera diaria, constante y fundamental en que cuidas tu salud física, emocional y mental para que puedas ofrecer tu mejor versión", explica Theresa Melito-Conners, PhD, experta en autocuidado, consultora educacional y escritora de Massachusetts.

El autocuidado o cuidado personal no se resume en un tratamiento de belleza. Puede significar hacer algo poco placentero que a fin de cuentas sea bueno para ti (como ir al dentista) o concederte exactamente lo que necesitas en una situación particular (como un descanso para almorzar), dice Ellen Bard, miembro asociada de la Sociedad Británica de Psicología.

Una vez que lo hagas, podrás reponer energía para rendir al máximo en el trabajo, en el entrenamiento o en tus relaciones, dice Bard. Y en lugar de perder tiempo y energía forzando la relajación, puedes conseguir los recursos internos para resolver aquellos problemas que te estresan. Es como agregar la pieza que falta en el rompecabezas en lugar de reunir un montón de piezas que no encajan y esperar un buen resultado.

Para poder cuidarte de manera efectiva, debes conocerte bien, dice Bard. "Lo que nutre a una persona puede que no funcione para otra, y lo que necesitemos en un momento dado puede no sernos beneficioso en otro", comenta. "El autocuidado se trata de conectar con nosotros mismos a un nivel más profundo y de escuchar las necesidades de nuestros corazones, mentes y cuerpos".

Por eso es clave personalizar tus actividades de autocuidado de acuerdo a tus necesidades en cada momento. Prueba esta guía basada en los conocimientos de expertos:

1. Cuando sientas agobio, intercala en tus actividades un entrenamiento de alta intensidad

Te puede parecer que tan solo necesitas un masaje relajante para desconectarte, pero si terminas recorriendo mentalmente tu lista de pendientes mientras te dan ese masaje, lo más probable es que sientas más agobio, explica Melito-Conners.

En su lugar, intenta hacer un entrenamiento que te dé fuerza y permita liberar el estrés, sugiere Melito-Conners. Puede ser un baile de cinco minutos, una sesión de levantamiento de peso, un sprint en tu calle o una secuencia intensa de yoga. Solo algunos minutos de mover el cuerpo y aumentar la frecuencia cardíaca pueden impulsar la energía necesaria para afrontar cualquier proyecto o problema que te preocupe, agrega Melito-Conners. Y la investigación ha demostrado que cualquier tipo de ejercicio físico puede mejorar la autoestima. La energía y la confianza son un combo poderoso para lograr lo que sea.

2. Cuando tengas problemas para dormir, toma un baño

El estrés y el insomnio van de la mano, pero tomar una siesta (una medida de autocuidado clave cuando sientes cansancio) puede ser contraproducente. Dormir a mitad del día puede desfasar tu reloj biológico y empeorar aún más tu capacidad de dormir a la hora de ir a la cama, dice Rebecca Leslie, doctora en psicología y psicóloga licenciada en Atlanta.

¿Qué puedes hacer? Toma un baño caliente. Un estudio publicado en Sleep Medicine Reviews descubrió que bañarse una o dos horas antes de la hora de irse a dormir ayuda a conciliar el sueño más rápidamente y a que este sea de mejor calidad. Estimula el sistema termorregulador del cuerpo para reducir la temperatura central y prepararte para conciliar el sueño más fácilmente, dice Leslie. "Tomar un baño de tina también puede ser relajante y fomentar la actitud mental para el sueño porque tu cuerpo pasa un tiempo quieto, relajado y desconectado antes de ir a la cama".

3. Cuando sientas ansiedad, llama a un amigo o amiga

Relajarte con tu bata y una copa de vino tinto mientras miras el partido no suele ser la mejor solución para acallar la mente inquieta, ya que los pensamientos con toda seguridad seguirán dando vueltas. Llamar a un amigo puede ser más inspirador y un buen cable a tierra.

"Normalmente sentimos ansiedad porque nos preocupa algo del futuro", dice Bard. "Hablar sobre ello con un amigo o amiga, obtener una perspectiva diferente y pedirle que te ayude a hacer un plan de seguro te brindará una sensación de control". También es reconfortante recordar que cuentas con un sistema de apoyo, agrega. Aunque tu amigo o amiga no te ayude a resolver el problema, a veces solo alcanza con saber que existe alguien que te apoya.

4. Cuando sientas enojo, intenta meditar o respirar profundamente

Si la ira crece, no puedes ocultarlo tras una máscara. "Una meditación corta, aunque solo sea de cinco minutos, o ejercicios de respiraciones profundas pueden ayudarte a calmar el sistema nervioso, promover la claridad mental y restaurar el equilibrio", dice Melito-Conners. "Cuando sea posible, intenta determinar lo que disparó la irritación". Así podrás responder ante la situación de manera madura y racional, o dejarlo pasar y avanzar, que a menudo es la mejor opción.

¿El enojo es tal que no puedes sentir alegría? Todos lo hemos vivido. "Si estás experimentando una sensibilidad exacerbada, mueve el cuerpo, camina, escucha tu canción favorita, o baila y canta para cambiar el estado de ánimo", recomienda Melito-Conners. Luego, puedes iniciar una meditación o una sesión de respiración para calmarte aún más, o solo hacer buenas migas con tu yo feliz.

5. Cuando te sientas desanimado, crea una lista de gratitud

"Muchas investigaciones de importancia demostraron que las personas que tienen un diario de gratitud sienten más satisfacción en la vida y tienen una mayor autoestima", indica Leslie. Si te sirve la aclaración, llevar un diario no significa sentarse a escribirlo por horas. "Quizás puedas dedicar unos pocos minutos por día para escribir dos o tres cosas por las que sientas agradecimiento, o llevar un inventario rápido en un archivo de Google Doc o en las notas del teléfono", sugiere Melito-Conners. "Cuando caigas en esos momentos en los que te atrape la tristeza, puedes repasar la lista y reflexionar sobre todo lo que tienes para agradecer".

Básicamente, lo importante es encontrar lo que funcione para ti. Si estas sugerencias no aportan el resultado que necesitas, sigue probando hasta que encuentres lo que te hace sentir mejor. Para facilitar las cosas, pregúntate: ¿Qué necesito en este momento? y ¿Qué necesita mi futuro yo?, dice Bard. Con el tiempo, dedicarte el autocuidado que necesitas será algo mucho más fácil para ti.