El entrenador Patrick Sang tiene algunos consejos sorprendentes para una joven nadadora que solo quiere ganar, a todas y cada una, y se olvida del equipo.
Tal vez alguna vez escuchaste la frase "lo primero es el equipo". Quizás en este momento todos a tu alrededor lo estén repitiendo. Pero puedo decirte que está bien querer entrenar y competir individualmente. También puedo decirte que hay habilidades y fortalezas que adquirirás gracias al entrenamiento grupal y ayudarán en el momento en que tengas que ganar. Te darás cuenta de que no tienes que ser mejor que nadie, solo tienes que ser mejor de lo que eras ayer.
Si visitaras uno de mis campamentos de running, verías atletas entrenando en grupo, pero siempre teniendo claro que un grupo está conformado por individuos. De hecho, la primera cosa que hago cuando acepto un nuevo atleta es conocer el aspecto individual de la persona: la fortaleza atlética, el nivel de educación y cuál es el motor que lo impulsa a competir. De esta manera, puedo personalizar mi estilo de entrenamiento para ayudar a cada uno de mis corredores a establecer, y alcanzar, sus objetivos.
Descubrí que los atletas pueden progresar de manera más constante hacia sus objetivos individuales cuando trabajan como equipo. Con el running, por ejemplo, si un atleta quiere mejorar la resistencia y el control, entrenar con otros cuatro o cinco corredores puede resultar de ayuda. Cuando el individuo permanece con el grupo en lugar de intentar liderar todo el tiempo, aprende a preservar la energía, a competir por períodos más largos y a cambiar el ritmo cuando vale la pena.
Querer ser mejor que el equipo mientras entrenas y al competir no necesariamente ayuda en ambas situaciones.
Supongamos que tengo un corredor cuyo tiempo en la carrera de 5000 metros es de 13:30. Y supongamos que el equipo participará en una carrera en la que el 20 por ciento de los atletas corren por debajo de los 13 minutos. ¿Deberían preocuparse por ese 20 por ciento? No, deberían enfocarse en mejorar de manera realista su propio tiempo a 13:20. Cuando intentas ajustar tus objetivos en función de lo que otros hacen, puedes terminar esforzándote demasiado y en muy poco tiempo. Eso te pone en peligro de sufrir una lesión, sentirte desanimada o incluso desarrollar un bloqueo mental.
Por otro lado, cuando te concentras en lo que tú puedes hacer, podrás aliviar la presión sobre ti misma. Incluso durante una competencia supercrítica, podrías hablarte a ti misma y decir: "Esta es una oportunidad para ir más allá, de mejorar". Pronto te darás cuenta de que no tienes que ser mejor que nadie, solo tienes que ser mejor que tú misma ayer. Con ese pequeño espacio mental, también podrás ser capaz de disfrutar el éxito de tus compañeras.
Comencé a trabajar como entrenador cuando aún corría profesionalmente, y a veces entrenaba a compañeros de equipo contra los que también competía en carreras individuales. Terminé entrenando a uno, Bernard Barmasai, hasta que ganó el récord mundial en carrera con obstáculos en 1997. Dicho sea de paso, yo logré mi propio récord personal en esa misma carrera.
¿Que si la medalla de oro de Bernard me provocó celos? De ninguna manera. Me sentí parte de la victoria de Bernard y por eso compartí la recompensa emocional. Y también me sentí increíblemente orgulloso de mi logro personal, porque sabía que lo había dado todo. Te prometo que si te concentras en dar tu mayor potencial, también encontrarás satisfacción, independientemente del resultado.
Dicho esto, no tienes que estar amoldándote todo el tiempo. A veces, un poco de "egoísmo" puede ayudar a impulsarte. Si no sientes que tienes las suficientes oportunidades de entrenar como competidora individual, deberías hablarlo con el entrenador.
Yo viví una situación similar como atleta en la universidad cuando formaba parte del equipo de campo traviesa. Nuestro entrenamiento de equipo de la mañana terminaba justo antes de nuestra primera clase del día, y era demasiado para nosotros. Como equipo, hablamos con el entrenador y le dijimos que preferíamos entrenar individualmente. El entrenador al principio dudó, pero le prometimos que así íbamos a poder rendir en los momentos importantes. Y con muchísimo trabajo individual, pudimos "ganarles a todos" ese año, como equipo.
El trabajo en equipo te ayudará individualmente; el entrenamiento individual fortalecerá el equipo. Puedes elegir enfocarte en cualquiera de los dos, pero cualquiera que sea tu opción a largo plazo, tú misma deberás ser tu competencia número uno. ¿Y cuando tus compañeras ganen? Simplemente será otra oportunidad para festejar.
Entrenador Patrick Sang
Patrick Sang es un entrenador de running keniano y corredor retirado. Desde que se convirtió en el entrenador de Eliud Kipchoge en 2002, Sang le ha ayudado a ganar una medalla de oro olímpica, a establecer el récord mundial de maratón y a convertirse en el primer hombre en correr una maratón en menos de dos horas. Corredor internacional de Kenia, Sang ganó medallas de plata en los Campeonatos Mundiales de Atletismo de 1991, en los Juegos Olímpicos de 1992 y en los Campeonatos Mundiales de Atletismo de 1993 en carrera con obstáculos de 3000 metros. En su etapa universitaria, Sang compitió en la Universidad de Texas en Austin, donde estableció el récord de la universidad para las carreras con obstáculos de 3000 metros.