¿Saltar la cuerda es mejor que el running?

Ambos ejercicios ofrecen una variedad de beneficios, pero ¿es uno más efectivo que el otro para mejorar la condición física general?

Para algunas personas, saltar la cuerda es una actividad que les recuerda su infancia, pero existe un buen motivo por el que este ejercicio se promueve como un mecanismo de entrenamiento clave para boxeadores, corredores y nadadores: ofrece una gran variedad de beneficios, desde aumentar la densidad mineral ósea hasta acelerar el tiempo de reacción de la parte inferior de la pierna. La pregunta es: ¿qué diferencias y similitudes ofrece en comparación con otro entrenamiento clásico, el running?

A continuación, te contamos algunos de los principales beneficios que correr y saltar la cuerda aportan a la salud para identificar el mejor ejercicio para ti. Incluso es posible que descubras que incorporar ambos a tu rutina semanal puede ser divertido y ofrecer ventajas a tu programa de entrenamiento y a tu rendimiento atlético general.

3 potenciales beneficios para la salud que aporta el running

El running es un deporte económico y accesible para muchos. Más allá de ofrecer una oportunidad de salir al aire libre, participar en el movimiento diario e incluso desarrollar tu comunidad, los investigadores también descubrieron que los entrenamientos de running pueden mejorar el estado de ánimo general y la salud mental a largo plazo. Estos son algunos de los beneficios documentados del running.

1. Ayuda en la pérdida de peso

Pocas actividades son tan efectivas para quemar calorías como el running. Por eso, puede ser una manera efectiva de alcanzar las metas de pérdida de peso. Según una revisión de estudios de 2013, las actividades de intensidad moderada a alta, como el running, tienen el "mayor potencial" para reducir la grasa abdominal.

2. El running reduce el riesgo de sufrir enfermedades crónicas

Varios estudios vincularon el running con la reducción del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. El running también se recomienda para bajar la presión arterial y aumentar el colesterol HDL, conocido como colesterol bueno, que también son factores de riesgo para las enfermedades cardíacas.

Y la gran noticia es que no tienes que correr mucho ni rápido para cosechar los frutos. Estos estudios muestran que correr a velocidades más bajas o a intensidades moderadas, e incluso solo por unos minutos al día, puede promover la salud cardíaca.

En una investigación también se demostró que el running puede mejorar la longevidad y reducir el riesgo de enfermedades crónicas, del deterioro cognitivo y ayudar a mejorar la densidad mineral ósea.

3. El running mejora la condición cardiorrespiratoria gradualmente

El running es un método bien establecido para mejorar la condición cardiovascular. Y correr (a diferencia de saltar la cuerda) se puede realizar a una intensidad baja, moderada o enérgica. Los corredores novatos pueden comenzar con un ritmo lento hasta adaptarse, y aumentar de manera gradual el ritmo y la duración a medida que su condición física mejore.

3 beneficios para la salud que aporta saltar la cuerda

Al igual que correr, saltar la cuerda es un entrenamiento económico. Además, saltar la cuerda puede mejorar tu rendimiento de running, según una investigación. Revisa algunos de los principales beneficios de saltar la cuerda.

1. Saltar la cuerda puede promover la pérdida de grasa

Los investigadores encontraron que saltar la cuerda, así como correr, ayudan a reducir la grasa. En un estudio de 2019 se reveló que las adolescentes, al participar en un programa de 12 semanas de saltar la cuerda, redujeron la grasa abdominal y mejoraron la composición corporal general. Estas chicas también disminuyeron la presión arterial y otros factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Para completar, saltar la cuerda involucra tanto los sistemas de energía aeróbicos como los anaeróbicos, lo que convierte a esta actividad en una herramienta eficiente para el ejercicio y, por supuesto, para la pérdida de peso. Al hacer uso del sistema aeróbico, no solo mejorarás la resistencia, sino que, dependiendo del tempo que uses la cuerda y de tu rutina, también usarás la glucosa que se encuentre almacenada en los músculos para obtener energía para breves esfuerzos, lo que es una función del sistema anaeróbico.

2. Saltar la cuerda puede ayudar a mejorar la coordinación

En 2011, un grupo de investigadores estudió los efectos de un programa de 12 semanas de saltar la cuerda en un grupo de jugadores de vóleibol. Descubrieron que quienes saltaron la cuerda mejoraron la coordinación, la propiocepción (el sentido que nos permite percibir la orientación del cuerpo en un entorno) y la resistencia en comparación con las personas que no practicaron ese ejercicio. También descubrieron que saltar con una cuerda con peso proporciona incluso mayores beneficios, como ayudar a cargar una sentadilla más rápidamente.

3. Puede ayudar a prevenir las lesiones de la parte inferior de las piernas

En un informe para la American Council on Exercise sobre los beneficios de saltar la cuerda, el experto en condición física Pete McCall, M.S., especialista certificado en fuerza y condición física, señala que saltar puede aumentar la elasticidad y la resiliencia de los músculos de la pierna inferior, lo que reduce el riesgo de sufrir lesiones en esa parte del cuerpo. Agrega que saltar la cuerda de manera habitual fortalece los músculos de la pantorrilla y mejora la elasticidad de los tendones y la fascia de esa zona.

En otras palabras, esto sugiere que cuando realizas ejercicio que no sea saltar, como por ejemplo, correr, el cuerpo tendrá un tiempo de reacción del suelo más rápido, mejores mecanismos de aterrizaje y complejos de la pierna inferior más resilientes.

Correr o saltar la cuerda: ¿qué es mejor?

Como tanto saltar la cuerda como correr aportan beneficios a la salud y son ejercicios económicos, ¿cómo puedes decidir cuál es mejor para ti? La conclusión es esta: ambas actividades cardio se pueden incluir en un plan de entrenamiento integral, dependiendo de tus objetivos y nivel de condición física.

De hecho, cada tipo de entrenamiento favorecerá un mejor rendimiento en el otro. Ambas actividades te pueden ayudar a alcanzar y mantener un peso saludable, mejorar la condición física y reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas. Si todavía no sabes cuál es mejor para ti, puedes consultar a un entrenador personal certificado, un terapeuta físico o a tu médico para que te guie hacia la mejor opción para ti.

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