Cualquiera sea el objetivo que quieras conseguir, la conducta tenaz de dos ultramaratonistas profesionales y coaches pueden ayudarte a lograrlo.
Imagina correr 100 millas (160K) de una sola vez. Eso es un poco menos que cuatro maratones seguidos, y un poco mayor que la distancia desde la Ciudad de Nueva York hasta Philadelphia. Si mantienes un ritmo constante de entre 8 y 8:30 minutos por milla (1,6K), significa que comienzas a las 9 de la mañana y no terminas hasta las 9 de la noche. No es poca cosa, ¿verdad?
Por ahora, no pienses en lo que esa distancia puede generar en tu cuerpo. Por el contrario, enfócate en lo que requerirá de tu mente. La voluntad de superar el miedo. La disciplina de enfocarse en la tarea. La perspectiva de saber que el dolor pasará. Estos son recursos mentales que todos utilizan en la vida diaria. Pero, los ultramaratonistas, que generalmente corren entre 35 y 100 millas (56K y 160K) y en ocasiones distancias más largas, parecen tener recursos más profundos. Entonces, ¿cómo lo logran? ¿Y cómo puedes aprovechar su actitud tenaz para recorrer la distancia más allá del objetivo que quieras conseguir? Descúbrelo echando un vistazo a las rutinas de los ultramaratonistas Nike Elite y coaches Sally McRae y David Laney.
1. Aférrate a una razón.
En un estudio publicado recientemente en “Psychology Research and Behavior Management”, se indica que los corredores de distancias cortas están principalmente motivados por resultados tangibles, como ganar carreras; mientras que los corredores ultra encuentran el propósito al impulsar su propia resistencia física y mental y al compartirlo con aquellos que buscan lo mismo. Los investigadores creen que podría estar relacionado con el estilo de vida que requiere el running ultra.
Laney comenta que corre muy, muy lejos porque disfruta genuinamente todo lo que eso significa. "Me encanta correr", declara. "Me gusta entrenar duro. Me fascina estar en las montañas. Mi meta es estar completamente enfocado en lo que estoy haciendo. Como dijo Churchill: quiero 'dominar el momento para permanecer'".
McRae, entre tanto, se apoya en el motivo de compañerismo detectado en el estudio y le resta importancia de manera activa a las victorias que ha conseguido (que incluyen 11 medallas de primer lugar). "Lo que realmente me mantiene en pie es que cuando estoy participando de una carrera ultra, me conecto con otros corredores de otras partes del mundo", agrega. "Me encanta poder utilizar el deporte como medio para conocer gente nueva y, con suerte, inspirarlos y motivarlos a lo largo del camino. Para mí, eso siempre ha sido mucho más memorable que cualquier medalla".
Considera un ultramaratón como una metáfora para cualquier meta de largo plazo, ya sea participar en un desafío de alimentación saludable durante 30 días o aprender un nuevo idioma. Al encontrar la motivación en la experiencia misma en lugar del resultado o conectarse con alguien en un recorrido similar, es mucho más probable que alcances ese gran objetivo.
2. Prepárate para lo peor.
“Para superar una carrera ultra, tienes que prever que te sentirás desafiado en maneras en las que no lo has sentido anteriormente", declara McRae. "Cuando llegas a la milla 71 y se larga una tormenta, o aún te queda escalar otra montaña o te sientes cansado hasta el punto que te duele el estómago: esas cosas suceden. Por lo tanto, debes prepararte mentalmente para ellas".
Una forma en la que Laney entrena su mente para gestionar mejor el dolor inevitable que experimentará durante una carrera es la siguiente: baños de hielo frecuentes. "Lo que hago es llenar una bañera con agua helada y sentarme allí", comenta. "Al cabo de cinco minutos me encuentro peleando con todo lo que en mi cerebro dice: ‘¡Sal de ahí! ¡Tienes que salir de ahí!’. Pero, sencillamente me siento y aguanto, en algunas ocasiones hasta 15 minutos. Calmo mi respiración. Llego a un punto donde pienso: ‘Aguanta, estás bien’".
Con esto no quiero decir que debes transformarte en un cubo de hielo para desarrollar la fuerza de voluntad. Puedes comenzar practicando una técnica de psicología llamada "optimismo realista" o bien realizar un inventario mental de cada cosa pequeña que puede resultar mal y diseñar un plan de contingencia para cada una de ellas. De esa manera, cuando te enfrentes a algo que literalmente es horrible, tendrás menos posibilidades de desestabilizarte a causa de ello.
3. Visualízalo antes de llevarlo a cabo.
Como la mayoría de los maratonistas de élite, tanto McRae como Laney practican cierto tipo de visualización antes de las carreras. "Me encanta hacer reconocimiento de terreno", comenta McRae. "Imagino cada parte del terreno en mi mente mientras me voy a dormir. Visualizo en dónde está ubicada cada montaña, las postas sanitarias. Me veo corriendo hacia las postas e imagino exactamente lo que voy a hacer en cada una de ellas".
Entre tanto, el enfoque de Laney es precisamente el que esperarías de un atleta que se sienta en agua helada para dominar sus nervios. "Voy directamente al problema", comenta. "Sé que no tengo que practicar la parte en la que me siento bien, entonces me imagino con mucho calor y muy sediento, y mi estómago se siente terriblemente mal. Y me encuentro a 5 millas de una posta sanitaria".
Las formas de visualización de ambos corredores sirven para alcanzar el mismo propósito: preparar su mente para lo previsto e imprevisto, de manera que cuando eso llegue, sus reflejos sean más agudos y su enfoque más fuerte. Y no se aplica solo a corredores épicos. La noche anterior a un trote de mañana, intenta imaginar cada giro de tu ruta, la brisa sobre tu piel y cada canción de tu lista de reproducción. Cuando te prepares en la mañana, revisa si te mueves un poco más rápido o si, simplemente, te diviertes más.
4. Sé tu propio coach.
“Es muy importante recordar que tú estás a cargo de la montaña rusa", comenta Laney. "Si te dices a ti mismo: "va a mejorar" o "esto es algo que sucede", te brinda cierto control cuando tienes la sensación de que las cosas comienzan a dispararse. Cuando Laney dice "que te lo digas a ti mismo", se refiere a que practiques lo que se conoce como "diálogo interno", una estrategia que es prácticamente fundamental cuando estás solo con tus pensamientos durante horas hasta finalizar (ya sabes, como en un ultramaratón). Esto significa darle forma a tu diálogo interno de forma consciente; se trata de inspirarte cuando más lo necesitas.
McRae también practica el diálogo interno. "Una de las cosas más poderosas que me digo a mi misma es: ‘No pienses, solo continúa’, comenta. "Muchas veces tu mente puede ser tu peor enemigo. Puedes quedar atrapado en pensamientos como ‘Dios mío, esto nunca va a acabar’. Pero si puedes superarlos, podrás llegar a la línea de llegada. Serás capaz de hacer algo increíble".
El hilo común parece ser que a pesar de la dificultad del momento, es solo un momento. Intenta recordártelo de forma calma la próxima vez que entrenes, corras, participes de un partido o simplemente cuando un nuevo ciclo se ponga más difícil. Si ayuda a Laney y McRae a superar una carrera de 12 horas, también podrá ayudarte a ti a superar un día difícil.